No es tremendismo, de verdad. El pirateo de consolas es tan viejo como la misma PS1. Chips, mochilas externas, truquitos para que la consola lea juegos grabados… Fomentado o no por los propios fabricantes de consolas, el fenómeno lleva cómodamente instaurado en el sector ya muchos años y con una repercusión conocida, asumida y controlada. NINTENDO ha sido la que más claro ha tenido este tema: sus consolas de sobremesa han sido pirateadas, claro, pero de una forma extremadamente minoritaria. Con Wii ha conseguido con métodos sencillos pero eficaces que no se vulneren sus sistemas de seguridad de forma masiva. Pero esto es diferente.
La seguridad del usuario legal lo es todo. El que quiera piratear será por su cuenta y riesgo. ¿Queremos arriesgarnos a brickear nuestra consola? ¿Sabemos realmente qué lleva insertado un parche de PC, aunque el antivirus nos asegure que está limpio?
Repito: la seguridad del usuario legal lo es todo. Respetar la honestidad de tu cliente, que sostiene tu negocio, es sagrado.