Ya hemos terminado las navidades, ya tenemos todos los regalos, ya estamos de vuelta al colegio, las vacaciones acabaron (o empezaron), en resumen, todos hemos vuelto a la normalidad.
Cuando esto ocurre, uno se sienta el domingo por la tarde sobre las 20:00 y dice… madre mía, con lo bien que estaba yo hace unos años. Uno sigue pensando y recuerda como siempre se aprovechaban estas fechas para alquilar juegos y poder aprovechar más días al mismo precio.
Durante muchos años ha existido una “guerra silenciosa” en el mundo de los videojuegos, una guerra en la sombra con multitud de frentes abiertos. En tan magno conflicto dos bandos han sido los principales oponentes: Los usuarios y las editoras de videojuegos.
Esta guerra silenciosa ha estado presente desde los inicios comerciales de la historia de los videojuegos, cada bando tiene sus propios motivos: Las editoras de videojuegos quieren obtener los máximos beneficios posibles por su trabajo mientras que los usuarios, quieren disfrutar de sus videojuegos al menor precio posible. Algo fácil de resumir, pero complicado de solucionar.
Si hasta ahora las aguas se mantenían mínimamente calmadas, habiendo un pacto de agresión no escrito entre ambos bandos, las editoras han decidido que este es el momento de pasar a la acción con un ataque a gran escala. La guerra deja de ser silenciosa, la batalla final que decidirá el futuro modelo de mercado de los videojuegosya esta aquí…