Leo en Vidaextra que los chinos ya han sacado su propia “versión” de la PS Vita de Sony, pero no una simple copia con juegos de 8 Bits como nos tenían acostumbrados hace tan solo unos años, sino toda una consola portátil con Android, pantalla táctil, dos cámaras, un giroscopio, una memoria interna de 32GB y demás virguerías tecnológicas.
Ante esto, si contrastamos la historia y la actualidad, a uno le asalta una lógica cuestión: ¿Cuánto tiempo falta para que China se convierta en la nueva potencia mundial de videojuegos?
Cuando en los inicios de los videojuegos comerciales, el mundo miraba con envidia los grandes adelantos que acontecían en tierras norte americanas, cuna de los videojuegos, pocos podían imaginar el cambio de tornas que se daría en poco más de una década.
Japón, ese país que en nuestra más tierna infancia tenía aun la fama de copiar y fabricar productos de mala calidad y menor fiabilidad (ver Gremlins), “inspirándose” en los productos de occidente, consiguió en pocos años convertir una industria que se limitaba a copiar plataformas o fabricarlas bajo pedido y tecnología occidental, en el referente mundial en lo que respecta a la industria de los videojuegos. Consolidándose en los años 90’ tras el declive de los microordenadores de 8 bits europeos y norte americanos, en la indiscutible potencia mundial de los videojuegos.
Marcas y compañías que de pequeños nuestros padres contemplaban con sumo escepticismo, son ahora consideradas de “primera calidad”, ocupando su correspondiente lugar en nuestros salones, escritorios, cocinas, garajes o muñecas. Casio, Sony, JVC, Nintendo, Toyota, Nissan… ¿alguien duda hoy en día a la hora de comprar alguno de sus productos?
A pesar de usar originalmente una tecnología y sus correspondientes patentes occidentales, la industria japonesa unida a otras como la sur koreana han sabido mejorar y potenciar nuestras “occidentales invenciones y creaciones”, hasta el punto de obtener la hegemonía tecnológica en lo que a ocio se refiere (junto a otros muchos campos).
Y no solo eso, hemos llegado a tal punto en el que como un simple ejemplo practico, hace escasos meses se dudaba de que toda una súper potencia industrial como es EEUU, tuviese la capacidad industrial de fabricar dentro de sus propias fronteras un teléfono móvil como el iPhone 4. Es decir, usando únicamente componentes fabricados en EEUU… Es cierto que Norte America sigue siendo una gran fuente de nuevas tecnologías y patentes a nivel de investigación, pero también lo es que una vez desarrolladas las tecnologías, estas se suelen poner en práctica a nivel comercial (fabricar) en factorías asiáticas… Permitidme pues, que en mi humilde opinión me decante por los que piensan que en la actualidad, EEUU no tiene la capacidad industrial de fabricar todos los componentes de última generación que incorpora un móvil como el iPhone 4.
Extrapolando el anterior caso a otros países como España, Portugal, Italia, Francia o Holanda… ¿Alguien cree que la industria de estas naciones tiene la capacidad de fabricar productos electrónicos de última tecnología con componentes desarrollados en sus propias fronteras?
Es ley de vida, la globalización ha generado en el último siglo una evolución industrial en la que un simple televisor, es capaz de tener en su interior componentes de muy diversos países y haber sido manufacturado en otros tantos, reuniendo en su conjunto cientos de patentes. La economización en la producción de cualquier producto es una máxima, siendo rentable montar en China componentes procedentes de Tokio y Twain para luego vender el producto final en un establecimiento de Toledo.
Pero todo lo mencionado hasta ahora, es valido hasta el mismo periodo de tiempo, es decir, ahora. China, el gigante asiático, lleva años siguiendo la estela histórica de los hechos acontecidos anteriormente en Japón, estando ahora en una transición de mercado e industrial, que le coloca en primera línea de salida para convertirla en la próxima súper potencia tecnológica… Y eso, incluye a los videojuegos.
China lleva décadas fabricando productos para terceros, ya sean productos ingleses, japoneses o norte americanos. El típico “Todo a 100” de productos chinos, hace ya años que ha dejado de ser su caballo de batalla. Las grandes multinacionales decidieron ya hace mucho construir enormes fábricas dedicadas a la elaboración de productos tecnológicos, gigantescas cadenas de montaje de última generación por las que han pasado la mayoría de todos vuestros productos más preciados. Basta que miréis de donde proceden la mayoría de vuestras consolas de las últimas generaciones para leer una gran “Made in China”.
Pero el gigante chino no se ha limitado únicamente a fabricar para otros. China se ha convertido en la fábrica del mundo, teniendo en estos momentos la capacidad industrial junto a otros países como Vietnam, de nutrir prácticamente al resto del mundo de todos los productos tecnológicos que necesitamos, dependiendo únicamente de las materias primas como sucede con cualquier otra nación. Si esto ya de por si es todo un logro a la hora de situarse en una buena posición en la “parrilla de salida”, la investigación en I+D por parte de las empresas privadas y principalmente por el apoyo gubernamental, ha hecho que el ritmo de patentes tecnológicas crezca exponencialmente año tras año, liderando en la actualidad el crecimiento de las mismas.
En consecuencia y teniendo en cuenta la similitud con lo sucedido en países como Japón en décadas pasadas junto a la gran y “única” capacidad industrial de la que China disfruta en estos momentos: ¿Cuánto tiempo falta para que China dé el salto a la creación de sus propios productos tecnológicos?
La realidad es muy simple, China ya está dando ese salto. Ya sea en neveras, MP3, reproductores de video, televisores, neveras o consolas, cada vez en más ocaciones se encuentran productos de marca propia (china) en cualquiera de nuestras tiendas. En nuestro terreno, lo que antes eran simples consolas clónicas, las cuales se siguen produciendo, se están convirtiendo en nuevas consolas de marcas desconocidas, las cuales ofrecen prestaciones cada vez más similares a las consolas de las “3 Grandes” (Nintendo, Microsoft y Sony), siendo el campo de las portátiles el más explotado.
Pantallas táctiles, lectores de tarjetas, entrada USB, gran capacidad de memoria interna, emuladores incluidos, baterías de litio… Son modelos distintos de industria de arquitectura abierta, los cuales hacen la competencia a los modelos tradicionales de arquitectura cerrada a los que estamos acostumbrados. Pero la cuestión, sin entrar en el debate de cual es el camino a seguir o si dicho modelo “abierto” tendrá futuro comercialmente hablando, es que la industria China está despertando en cuestión de plataformas propias, siendo estas cada vez de mayor calidad y fiabilidad.
Calidad y fiabilidad… Esos son quizás los dos puntos que todavía escudan a la industria tradicional de los videojuegos, sirviéndoles de cortafuegos para que ninguno de sus fieles, ya sea Nintendero o Sonyer se pase al lado oscuro y le de por probar esas nuevas consolas chinas que te permiten jugar, ahora que está tan de moda cobrar por lo retro, a miles de videojuegos sin pasar por “caja online”.
Las nuevas consolas chinas se encuentran en estos momentos en un periodo comercial de aceptación. Para que sus productos pasen de ser aceptados a consolidados deberá pasar un periodo de tiempo razonable en el caso de darse los pasos apropiados.
Evidentemente y como ya se comprobó con consolas como la GP32, que una desconocida marca asiática se lance con un buen producto al mercado occidental sin apenas publicidad o promoción, no es suficiente para convertirse en una alternativa real a marcas ya consagradas como Nintendo, Microsoft o Sony. Deberá ser una gran empresa la que con un buen producto de inferior precio al habitual, unido a una gran campaña de marketing, abra el camino de la senda de los videojuegos y plataformas “Made in China” de cara a occidente. Inicialmente deberá conquistar su propio mercado (el chino), como ya sucedió con Nintendo, una vez hecho esto estará en disposición de tomar el mundo con el mismo producto, una versión para el mercado occidental o un nuevo producto de tecnología punta.
En estos momentos muchos pueden ser escépticos respecto a que lo comentado hasta ahora suceda, pero basta mirar la historia de cómo Nintendo se adentro en el mercado anglosajón con la NES en plena crisis del 83’, “merendándose” a la todopoderosa Atari, para ver que lo que aquí se plantea puede suceder mucho antes de lo que pensamos. Nintendo abrió un camino por el que luego le seguirían muchas otras compañias.
Como mencionaba antes, calidad y fiabilidad es lo único que una gran empresa china deberá demostrarnos antes de conquistar nuestra “alma gamer”. El marketing de las empresas ya consagradas niponas u occidentales nos ha “educado” desde hace mucho, grabando en nuestros cerebros que los productos chinos son, (aunque baratos) de pésima calidad. Si nos paramos a meditar esto, unos segundos bastaran para cerciorarnos de que, si tan “malos” son, cómo es posible que “nuestras propias marcas”, fabriquen la mayoría de productos en tierras chinas. Simple humo señores, eso es lo que nos venden… Escudándose en una simple marca y logotipo conocido, nos quieren hacer creer que en los mismos que ellos confían para fabricar sus productos, no son capaces de fabricarlos por si solos bajo otra marca y bonito logotipo alternativo.
Por lo tanto, es solo cuestión de tiempo que una nueva empresa autóctona china, se aventuré en pos de obtener unos mayores beneficios, a dar el salto a la conquista del mundo de los videojuegos. Sistema abierto o cerrado, apoyo de las Third Partys o desarrollo de videojuegos propios, son solo asuntos menores que ya se verán.
Y remitiéndome a la pregunta inicial: ¿Cuánto tiempo creéis que falta para que China se convierta en la nueva potencia mundial en videojuegos? ¿Tendría cabida la incursión de una consola china para la próxima generación?
Cuanta razón tienes David V.
Pienso que para eliminar ese mercado (Chino) que vende juguetes a más bajo coste (ya que su producción/fabricación) es más barata, nos enmascara el gobierno con nuevas normativas de seguridad y calidad sobre los juguetes, que para mí, es una estrategia de mercado para evitar la crisis en las empresas, en este caso jugueteras, en nuestro país desde hace ya muchos años, aprovechando de forma cruel noticias sobre accidentes infantiles en el uso juguetero, intentan transmitir un «histeria» de miedo a estos productos. Pero e aquí la pregunta: «¿No comprábamos antes en los mercadillos? Incluso cochecitos de metal, pequeñas figuras de soldados, o aquel clásico sobre con decoración bélica que en su interior venían pequeñas piezas de plástico para encajarlas…
Pero claro… ahora en tiempo de crisis se mira el mercado chino de otra manera… ya no se dice tanto. Lo mismo hace muchos años con las consolas. Cuando llegaban las navidades, siempre salía las empresas jugueteras diciendo que habían pérdidas, y otros (por no nombrar) decían que las consolas eran dañinas para la salud y mostraban numerosas noticias que relacionaban con nuestro querido ocio.
Pero ahora ya no… No se puede eliminar a una gran industria tan fuerte que parece más una «metrópoli» que se pasea por una aldea. Ahora da igual, ya que ahora mueve millones de dólares, euros o Yenes, más que la industria del cine y la música juntos y claro… como no podía ser… si da mucho dinero pues hay que aceptarlo, a fin y a cuentas, se necesita dinero y mas en tiempos de crisis…
¡Que bajada de pantalones, señores!
Como bien has dicho David V, así como la GP32 es china, está mas que claro que, desde hace años está más que preparada siendo un gran rival para las 3 grandes compañías de videojuegos (cuatro con Sega) y si entrara las otras compañías tendrían que rivalizar en precio comparado con los chinos, y creo que en cierta medida, sería bueno.
Muy buen artículo David. Has tocado un tema que parece que nadie quiere comentar, pero ya es una realidad.
En mi opinión, hay que dejarse de prejuicios, porque si desde China salen al mercado sistemas competitivos, y cuentan con el apoyo de las compañías del sector, no hay porque cerrarse en banda, por el hecho de que sea «chino».
Quizás no somos conscientes y lo tenemos tan asumido que nos parece normal, pero las tres luces rojas de Xbox, el ataque a PSNetwork o la cantidad (indecente) de bugs que nos encontramos cada día en nuestros juegos, vienen con el «sello de calidad» americano, europeo o japonés.
Creo que de todo esto, si alguien sale beneficiado, será el jugador. 😯
PD: Con «emoticons» mucho mejor!! 👿