El primer beso con la chica de tus sueños en el cine, una noche mágica en la playa a la luz de las estrellas, una sonrisa de tu hermano pequeño a cambio de una bolsa de chuches, años de aventuras y desventuras con tu primer coche, el mejor viaje de tu vida, una noche de risas y cachondeo con los amigos, una cena de Navidad en familia, un amanecer, un atardecer, el abrazo de un ser querido que ya no está…
¿Cuánto pagaríais ahora por esa entrada de cine? Por esas cervezas en el bar del pueblo, por esas bolsa de chuches, por ese coche destrozado, por ese billete de avión, esa marcha, esa cena, ese paisaje, esas vistas, esa sensación de bienestar, ese amor… Ahora que ya lo habéis vivido, decidme, ¿cuánto pagaríais por esas experiencias?
No tienen precio, no se pueden pagar con dinero. Pagaría con parte de mi vida, por volver a vivir lo ya vivido, aún desconociendo si lo que está por venir superará lo pasado. Y lo haría tranquilo, sin remordimientos… Porque juego con ventaja, ya lo he vivido, ya lo he sentido, la experiencia está ahí y se perfectamente que, por muchas alegrías que me de la vida, hay momentos que no tienen precio… Vendrán nuevos momentos, lo sé, tal vez no sean ni mejores ni peores, pero desgraciadamente de una cosa estoy seguro, no serán los mismos momentos. Afortunados somos por lo que vendrá y por lo que ya ha venido, desgraciados por no poder volver.
Pero así es la vida y así hay que vivirla. Y tras esta introducción que me ha servido para poneros en situación, por suerte hay cosas mucho más sencillas que lo mencionado anteriormente… Aunque en este caso sencillo no sea símil de fácil.
Creo haber dejado claro, que hay muchas situaciones y experiencias que vistas a posteriori, valen tanto para nosotros que prácticamente no tienen precio. Momentos imborrables los cuales esperamos perduren para siempre en nuestra memoria. Con los videojuegos, salvando las más que evidentes diferencias pasa algo similar: El tiempo dedicado a ellos se nos devuelve en experiencias, interactivas por decirlo de algún modo, pero experiencias al fin y al cabo. Nosotros pagamos por un soporte físico, y recibimos horas y horas de momentos inolvidables.
Carátulas, comentarios, análisis, demos o sencillamente, el azar, nos han llevado a lo largo de nuestra vida a pasar horas y horas delante de una pantalla disfrutando de títulos increibles . Ahora os pregunto, conociendo perfectamente lo que pagasteis por ellos en su día, ¿cuánto hubieseis pagado en el momento en que hicisteis justicia aniquilando a Sefirot? Cuando lo flipasteis el colores con vuestro primer Mario o Sonic, cuando probasteis las delicias de las 16 bits, cuando destrozasteis a Mr. Bison por primera vez, cuando deambulasteis horas y horas por las tierras de Skyrim, cuando…
Decidme, ¿cuanto pagarías por vuestros mejores momentos con los videojuegos?, ¿por sentir lo mismo que en aquellas primeras partidas?, ¿por tener en vuestras manos vuestra nueva consola?
¡Uff!, no sé lo que pagaría, pero sería genial. Un viaje en el tiempo para vivir esos momentos y venir de vuelta.
¡Seguro que esta vez consigo salvar a Aeris! O disparar al perro de Duck Hunt por reirse de mi…
Estaría bien, poder verte como si estuvieses allí presente, viéndote tu y tus amigos, como la película: Los fantasmas atacan al jefe.
Pero lo cierto es que recuerdo cada momento de cada partida, como en Ghouls´n Ghosts de la Master System, jugando en casa de mi amigo Jorge junto con Javi.
Cuando todos sabían que tu tenías el juego, y cuando jugabas en la recre, los demás lo comentaban diciendo: -Dani tiene ese juego en casa-.
Las partidas a Mortal Kombat 2 en la recreativa al lado del instituto. Mi amigo Miguel, se había estudiado todos los movimientos de memoria: Fatalities, Animalities, Friendships, etc…
Cuando me pasé el Midnights Worders en la recre como lo celebrábamos, así como cuando me pasé el Street Fighter II’ Champions Edition…
Son muchísimos recuerdos en cada juego, en cada música, de las cuales, nunca me he olvidado, y espero tener salud para seguir recordando.
A veces pienso que los artículos y comentarios de esta página los escribo yo desde una dimensión paralela, es alucinante como coincidimos en este tipo de pensamientos que merodean mi cabeza de vez en cuando.
Saludos gente¡¡
en realidad, lo bueno de los videojuegos es que se puede en alguna forma revivir esos momentos, con solo volver a encender la consola. cada tanto enciendo alguna consola que no uso hace rato, y pongo un juego al azar (o no tanto) que no jugaba hace años, y se me llena el cerebro de recuerdos, aromas, situaciones, etc.
Eso es lo bueno de los videeojuegos.
estoy de acuerdo con los comentarios anteriores como jamesoru por citar alguno pero como dice aumuna sobre las sensaciones del Zelda WW de cube el problema es que los recuerdos con el tiempo cambian un poco. tendemos a magnificar ciertas cosas para bien y para mal. Yo de pequeño pase una mala racha con dentistas y ahora tengo taquicardias y sudoraciones en la consulta del dentista… al quien no voy si no es absolutamente imprescinidble. Por fortuna tambien para bien como con ciertos momentos.
pero esto no tiene por que ser malo. cuando pasa mucho tiempo de una experiencia que hubieses calificado con un 7 en su momento por ejemplo la tienes dentro de ti con un 9 y cuando revives el juego quiza revivas el recuerdo magnificado… asi que el valor es incalculable.