A raíz del artículo publicado por mi compañero Daniel acerca del sexismo imperante en el mundo del videojuego, no he podido evitar reflexionar al respecto. La explotación del atractivo femenino como reclamo para atraer más audiencia o más compradores es algo que siempre ha estado presente en todas las formas de ocio, y pese a que es un asunto que para algunos puede resultar algo turbio y preocupante, resulta en cierta manera de lo más lógico si tenemos en cuenta quiénes somos y de dónde venimos.
Pero no voy a desbarrar demasiado sobre el tema. La cuestión es que a fuerza de reflexionar y de fijarme en la captura de pantalla que acompañaba el artículo de Daniel recordé que, en fin, sea o no sea un divertimento que apela a nuestra soterrada lujuria o una básica y sucia llamada de atención a nuestros bajos instintos, yo me lo pasé pipa jugando al Dead or Alive Xtreme Beach Volleyball en mi Xbox.
BELLEZA Y DEPORTE
Dead or Alive es una conocida saga de juegos de lucha nacida en la primera Playstation que goza de gran popularidad, en gran medida debido a sus hermosas protagonistas de cuerpos esculturales y caritas de ángel, eso sí, enteramente ficticias y fabricadas a base de polígonos.
El programa que nos ocupa es un derivado de la saga principal y se aleja del género de los mamporros para ahondar en el sano y vivaz deporte del voley-playa.
Para empezar, elegiremos a una de las ocho chicas disponibles y aterrizaremos en la paradisíaca isla de Zack, donde el sol brilla cual lucero, la brisa resulta tonificante y el mar nos acaricia con dulzura.
Podremos desplazarnos por diferentes localizaciones de la isla, visitar tiendas, jugar en el casino, y lo más importante, retar a un partido de voley-playa al resto de las chicas que pasan sus vacaciones en la isla.
Para ello necesitaremos una compañera, ya que los partidos son de dos contra dos. Cuando nos topemos con alguna posible candidata podremos proponerle formar equipo; al principio todas suelen negarse, así que resultará imprescindible agasajarlas con regalos, como bañadores, accesorios o comida que compraremos en las diferentes tiendas.
Naturalmente, cada personaje tiene sus gustos y preferencias, así que aseguraos bien de que el regalo sea apropiado.
Una vez tengamos pareja, nos lanzaremos a jugar contra el resto de las chicas. Cada victoria nos reportará jugosos zack-dólares (la moneda oficial de la isla) con los que podremos adquirir montones de nuevos bañadores, bikinis, accesorios y demás, tanto para lucirlos como para regalar a nuestra compañera, o bien a otra muchacha que deambule solita por ahí.
¡ATENTA! ¡COLOCADA!
Los partidos de voley-playa son rápidos, ágiles y adictivos. Se manejan con sólo dos botones además del control direccional, uno para pase y colocación y el otro para rematar o lanzar (en caso de que tengamos la posesión del balón). Resulta de lo más sencillo y al mismo tiempo engancha y divierte sobremanera.
Una vez dominado el sistema de juego no resultará complicado ganar la mayoría de los partidos, aunque de vez en cuando nos toparemos con una pareja rival especialmente hábil que nos demostrará por las malas lo efímero de la imbatibilidad.
Disponemos de 14 días de vacaciones en la isla, transcurridos los cuales el juego terminará, aunque cada personaje seguirá conservando todo lo que hayamos comprado para ella. Durante ese tiempo tendremos que aprovechar para jugar muchos partidos, ganar dinero a espuertas y adquirir ropa y artículos diversos para vestir a nuestras chicas al gusto de cada uno.
Otras opciones incluyen participar en un mini-juego de saltos en la piscina e incluso retozar al solete y tomar el sol tan ricamente, con opción a girar la cámara a nuestro antojo y hacer zoom… ejem, ¿alguien dijo voyeurismo?
BELLOS POLÍGONOS
Se ha hablado mucho acerca de que Dead or Alive Xtreme Beach Volleyball es una mera excusa para mostrar a sus protagonistas en actitudes provocativas y sexys.
Bueno, no le falta razón a quien afirma que el principal atractivo de este juego radica en sus representaciones poligonales de bellas féminas, y que todos los tíos jugamos con él para ver cuerpazos en bikini. Ah, pues… ¿es acaso un delito? No. ¿Es sexista? Depende de quien lo mire. A mí desde luego no me lo parece.
Creo que hay cosas bastante más importantes de las que preocuparse que de una simple “casita de las muñecas” virtual, sea al respecto del machismo o de cualquier otro tema. El sexismo es discriminar y menospreciar. Esto es deporte playero y admiración estética. No tiene más misterio.
No obstante, quienes sólo encuentren valioso el asunto de las tetas y culos se están perdiendo un juego de voley-playa la mar de divertido, que me recuerda un montón al genial Super Spike Beach V’Ball para la NES, en el cual no encontramos sensuales luchadoras, pero sí maromos cachas a tutiplén, ¡estupendo para compensar!
Yo os recomiendo jugar a los dos. El de las chicas tiene más miga, pero el de la NES… ¡bueno, es mítico!
No nos dejemos llevar por el exceso de corrección política, el sobreproteccionismo o la simple necedad. La igualdad y el respeto a las mujeres es algo elemental y necesario, y dudo que a estas alturas un juego semejante nos deba hacer replantearnos nuestro sistema de valores.
¡Un saludo!
NOMBRE: Dead or Alive Xtreme Beach Volleyball
PLATAFORMA: XBOX
GÉNERO: Deportivo
FECHA DE APARICIÓN: 23/01/2003
PAÍS: Japón
DESARROLLADOR: Tecmo (Team Ninja)
Por fin alguien habla francamente sobre tetas e culos en los video juegos…
Afinal a que tio jugador de consolas no le gusta un buen par de tetas…
Y a ti más que a nadie, rufián.
¡Nos declaramos culpables!
¡Los anuncios de AXE no son sexistas! Hay que tomárselos con sentido del humor. Ya está, ya lo he dicho.
Lo que pasa es que hay mucho tiquismiquis con ganas de sentirse ofendid@.