AÑOS 80:
Recuerdo cuando jugué con el Rastan la primera vez en una recreativa. Aunque visto ahora en perspectiva no era tan glorioso, me encantaba su ambientación a lo Conan y cómo fue llevado al ZX Spectrum. Me compré aquel original de lomo rosa a 875 pesetas, llegué a casa y me dispuse a cargarlo. No tenía ningún 128 k por lo que tuve que conformarme con la opción multicarga… Jamás pude conseguir hacer funcionar ninguna de las “cargas adicionales” ni con el mejor de los reproductores de cinta, ni con ese original ni tras cambiarlo por otra unidad creyéndola defectuosa. Cientos de minutos perdidos en intentonas inútiles.
“Shadow of the Unicorn”: un juego único por la impresionante mierda que creó Mikro-Gen y por utilizar una memoria adicional (Mikro Plus) y complementaria que permitía crear miles de pantallas. Al introducir la memoria y encender el equipo, aparecía un menú que te instaba a ajustar el “azimut” del cassette con gráficos y todo, hasta lograr con el destornillador en ristre el punto exigido por el repugnante periférico. Por supuesto luego tocaba cargar el juego durante otros interminables minutos, que podían acabar en fracaso y hacerte reiniciar el proceso. Posteriormente, si querías probar otro juego… ya no cargaba por haber toqueteado el “azimut”.
Trivial Pursuit: en la época en la que ya estaban popularizados los ordenadores de 128k, el Trivial ofrecía de nuevo la famosa multicarga, con una especie de detector de ruido de fondo que provocaba que tuvieras que hacer virguerías para que cargara cualquiera de los 8 lotes de preguntas. Si subías mucho el volumen, detectaba el ruido de fondo y daba error de carga. Si lo bajabas demasiado, la señal era muy débil… Mi original fue arrojado al suelo varias veces por la frustración.
Descubrí el PC. Los discos. Cargas rápidas. La gloria. A la mierda el Spectrum.
AÑOS 90:
Tras el aumento de necesidades de memoria y capacidad para los juegos, un disco de 3 ½ ya no era suficiente. Aparecieron los juegos que venían en dos-tres-cuatro discos. Algunos de ellos no admitían instalación en disco duro.
“Inserte disco 1” “Inserte ahora disco 2”. “Error. Compruebe el número de disco, lerdo.”
“Monkey Island 2”: me indica que inserte el disco 5. No carga. Error de lectura. Un momento “¿Error de Lectura?” ¡Estoy en el puto final del juego! “¿Error de lectura?” ¡Los discos de 3 ½ no fallan! ¿O sí? Pues sí, como una escopeta de feria. Los programas técnicos como 3D Studio Max o Autocad multiplican los discos de 5 a 10, 12 o incluso más de 20. Las instalaciones son largas, tediosas, y puedes encima encontrarte con el disco número 37 estropeado. De cada caja de 10 Verbatims al menos uno o dos acaba en la basura por defectuoso.
Descubrí las consolas. El cartucho. A la mierda el PC.
AÑO 2000:
Los cartuchos han desaparecido. Los juegos de PC y de consolas que antes venían en 1 CD ahora aparecen en 5. Las instalaciones son horribles pero afortunadamente aparece el DVD. Mi PC me hace esperar 20 minutos para instalar un Call of Duty. Afortunadamente el proceso sólo hay que pasarlo una vez.
Hoy he sacado un rato para jugar al Bioshock 2. Lo arranco, me pide que antes de jugar instale la actualización (¿) de Windows Live. Y me obliga a hacerlo aunque no use el multijugador. Tengo que reiniciar el ordenador hasta dos veces para completarla. Me meto en el juego, y a los tres minutos me salta a Windows por un error con código extraño. Investigo: hay que actualizar los drivers de ATI. Reinicio otras dos veces. Comienzo a jugar de nuevo, ha pasado una hora, mi mujer llega a casa: apago el ordenador sin poder apenas avanzar.
Día siguiente: aprovecharé un rato con el multijugador de Call of Duty Modern Warfare 2. Problemas para entrar en Steam. A los 10 minutos está resuelto, accedo al menú: caída dramática de frames. Investigo por si tiene que ver con los drivers recién instalados de ATI, y no consigo una respuesta. Los reinstalo y el problema desaparece tras un nuevo reinicio (posiblemente el Bioshock 2 dejará de funcionar). Me meto en el menú, una partida rápida. Buscando partidas, la gente entra, se elige al mejor host: en total, cuatro minutos (1 juego de ZX Spectrum) hasta que entro en materia con los seis jugadores que han aguantado la espera. Se corta a la mitad porque el host ha decidido que no éramos demasiado retadores, así que vuelta a empezar. Se genera una nueva lista de participantes que entran, se van, vuelven a entrar. Carga el nuevo escenario y cuando parece que vamos a comenzar, se corta automáticamente indicando el juego que es debido a que “Es imposible comenzar la partida”, explicación técnica a más no poder.
Ha pasado una hora. No he jugado más de tres o cuatro minutos. A la mierda todo.
Cojo una Game and Watch para jugar al “Octopus”. Sus pilas duran unos dos años sin cambiarlas. Bendita tecnología.
Amén JMV! Ja, ja, ja. Perdona que me ría, pero sé que es verdad, las nuevas tecnologías dan más problemas que un niño tonto. Ya dije yo, en otro artículo, que tendremos que volver a los cartuchos, ya que estos cuando fallan, con soplar el el zócalo se arreglaban.
A mi me pasaba lo mismo jugando al LOOM con 6 discos de 5 1/4, te decía que introdujeras el disco 4 y luego era el 2. Al final te hacías una guía de «introducir discos» durante la partida hasta llegar al final. ¡Que tiempos!
XDXDXDXD! Muy bueno el articulo, me he reido mucho!! Creo que todos los que tenemos ya cierta edad, hemos pasado por esos malos tragos, que le vamos a hacer jeje!. Un saludo.
Por eso se inventaron las consolas, son máquinas de entretenimiento informático. Los PC son máquinas de trabajo. Se puede jugar con ellas, pero toca luego pasar problemas como el que te ha sucedido. En mi Pc, los únicos juegos que entran son los emuladores y el ScummVm. Para todo lo demás, uso Master Card…digo mi/s consola/s.
PD: Hay una parte del artículo que perdí antes y al releerlo me ha encantado:» Comienzo a jugar de nuevo, ha pasado una hora, mi mujer llega a casa: apago el ordenador sin poder apenas avanzar». Algún día tendremos que hacer un artículo sobre la influencia de las mujeres en nuestro hobby preferido. Esas caras de sufrimiento que ponen cuando estamos mirando uno por uno los juegos de segunda mano de los cajones de los Game y Gamestop en busca de una nueva joya a precio de saldo que llevar a nuestra colección (casi igual o peor que las que ponemos nosotros cuando las acompañamos a ir de tiendas), cuando llega a casa y nos coge enfrascados luchando con un jefe final y despues de 7 u 8 intentonas fallando le cogemos el truco y vamos ganando y ella gritando desde la puerta clamando al cielo por saber por qué no hemos fregado aún los platos del almuerzo, o cuando nos coge en la final de Copa del Rey y vamos ganando por dos goles de ventaja…ahí, sólo ahí desearía estar soltero macho.
@dobrigin:
por eso no hay que casarse, hehehehe e.e
Jrande!!! Las referencias a la incompatibilidad manifiesta de los videojuegos con la vida en pareja demuestran una vez más la sobrevaloración del sexo en nuestra sociedad cristiana, reafirmando mi confianaza ciega en la masturbación.
Por cierto, que es verdad, que alguiien debería parirse un artículo al respecto. Es cosa digna de análisis sociológico, oigan 😉
Excelente artículo con verdades como puños. Enhorabuena compañero.
todo es cierto, un articulo muy bueno.
seguid asi