Retroblog de videojuegos y consolas retro

Bienvenidos al Retroblog de Infoconsolas, un ilusionante proyecto en el que poco a poco, además de publicar nuevos posts, recuperamos los artículos publicados en el Blog de Infoconsolas desde el 2004 hasta la actualidad, incluyendo las actualizaciones de los análisis de consolas y alguna que otra novedad nostálgica y retro.

A Tortas con la vida: Street of Rage & Final Fight (Parte 2)

Hola a todos, hoy continuamos nuestro repaso a los Beat ‘em ups más míticos de comienzos de los 90 en SNES y Megadrive, es decir con Street of Rage y Final Fight, como ya hiciéramos la semana pasada. Hoy dejáremos la mítica saga de SNES de lado ya que la semana pasada ya os dije todo lo que quería contaros sobre ella, hablando hoy sobre Street Of Rage, que según parece por los comentarios de la semana pasada también levanta pasiones por aquí.

Análisis: Supremaccy MMA

Después de una temporada con pocas novedades en el mundo de la lucha, y de que el género haya estado poco menos que a punto de morir, vemos como poco a poco este género va volviendo a tener lanzamientos.

El lanzamiento (y éxito) del Mortal Kombat, Marvel Vs Capcom, el próximo lanzamiento del infame Street Fighter VS Tekken o del Soul Calibur V, junto con los lanzamientos típicos de series anime y viejas glorias, nos hace pensar que este género esta volviendo a estar de moda.

En este juego basado en la MMA (Artes marciales mixtas/AMM en español), que es una forma de lucha donde los luchadores mezclan varios artes marciales y se enfrentan entre si. Actualmente es un deporte en expansión que se confunde con el Vale Tudo, y que poco a poco intenta abrirse paso fuera de Japón y Estados Unidos. Como curiosidad, os puedo decir que muchos de los gif de golpes y tortas que vemos en hilos de foros, vienen de este deporte.

Una vez dicho lo principal, vamos con el juego.

Primeras impresiones Final Fantasy XIII-2

A continuación tenéis un nuevo artículo enviado por nuestro compañero Dobrigin, si estáis interesados en que publiquemos alguno de vuestros artículos contactad con nosotros en el email: colabora@infoconsolas.com

Muy buenas niñ@s,

Aprovechando que ayer visité el Gamefest de Madrid, me acerqué al stand en que se encontraba la demo jugable de Final Fantasy XIII-2, la cual pude probar por unos minutos. Os dejo aquí mis impresiones:

Los verdaderos buenos momentos con los videojuegos

Como tantas otras veces mientras estoy escribiendo un artículo, un “clic” enciende la bombilla de mis maltrechas neuronas y la clarividencia se abre ante mí. Cierro y dejo el artículo “original” para otro día e inicio rápidamente el nuevo artículo, temeroso por si las musas de la inspiración deciden irse a otro lado.

En esta ocasión el artículo “original” trataba del grato recuerdo que supuso adquirir mi primera consola de sobremesa, pero tras pasar fugazmente por mi cabeza imágenes de una sonrisa de mi hermano pequeño con los mandos en la mano, noches de vicio en compañía e interminables piques con los amigos, uno se da cuenta  que la grandeza de los videojuegos no consiste en a qué jugamos, sino con quién jugamos

Compras Provocadas

Vamos a ese bar porque hacen unas bravas sin comparación. Entramos en ese local de copas porque hay 2×1. Frecuentamos tal discoteca porque la música que pinchan es la que nos gusta. Compramos el pan en tal panadería porque allí el horno es de leña o porque nos regalan un donut de chocolate por cada dos barras de pan.

En cualquier caso, siempre hay un motivo. Acciones que desencadenan en otras y que en ocasiones son perpetuas. Entrando ya en nuestro mundillo, nunca os habéis planteado ¿por qué os comprásteis cierta consola? Siendo más específico, ¿alguna compra de consola ha venido relacionada con algún juego del catálogo de ésta?

He viajado en el tiempo (no os voy a decir cómo se hace, porque luego todo el mundo quiere hacerlo y se lía parda. Sólo es diré que es necesario un DeLorean) para revivir ese momento en el que decidí comprarme una consola y qué juego me abocó a ello.

La Ecuación

No hace mucho salió una noticia que indicaba, que según un estudio de mercado, sólo un 10% de los usuarios que compran videojuegos los acaban. Sinceramente, la noticia me impactó porque la veo un poco fuera de la realidad. No quiero poner en duda el estudio realizado, pero considero que a la interpretación le faltan algunos matices.

Por ejemplo, el universo analizado y más concretamente la muestra dónde este resultado se acentúa más. Es posible (seguro), que estos datos los tienen, pero yo no los he visto publicados (si alguien los tiene, que me los haga llegar). Parecen detalles tontos, pero son básicos para interpretar el resultado final.

La 3DS, Panorama para matar

Mi opinión sobre la última consola portátil de Nintendo ha sido francamente cambiante, y ha oscilado entre el convencimiento de su gran éxito y la certeza de ser el primer fracaso de la gran N en el terreno portátil. ¿Cómo es posible semejante volatilidad al estilo de l IBEX 35? Intentaré explicarme.

Nintendo siempre ha sido una empresa que en el terreno de las portátiles ha sabido cómo triunfar. Siempre ha tenido afán de innovación en casi todo lo que ha hecho y un buen marketing (a la par que un maltrato al comerciante y una prepotencia bastante notable y continuada) y eso ha tenido premio entre sus usuarios. La primera Gameboy se fundamentó en un abrumador catálogo, precios razonables, mucha jugabilidad en sus títulos y portabilidad real. En un primer momento esto se consiguió con algo tan elemental como una duración muy alta de sus baterías, de 10 a 15 horas, frente a las escasísimas tres o cuatro horas de sus competidoras, Lynx o Game Gear. Por otro lado, el ligero hándicap de su peso y tamaño era rápidamente corregido con la Game Boy Pocket (sólo usaba 2 pilas AAA) mientras sus competidoras dejaban literalmente de existir.

La Gameboy Advance , que vendría tras la Gameboy color (igual que la original pero tuneada con más colorido en pantalla) no arriesgó demasiado creando una SNES portátil (con algo más de prestaciones 3D), pero la Nintendo DS sí que supuso una revolución verdadera aprovechando de verdad su pantalla táctil. Un ejemplo de innovación, pero con cierto punto oscuro en la calidad media de su catálogo. Faltaron a mi entender títulos realmente sofisticados y potentes, y ha tenido un nivel medio de sus juegos no todo lo bueno que sería deseable. No obstante, un triunfo inapelable.

Era Spectrum: Abu Simbel Profanation

Seguramente nunca pensó Ramses II que su templo y su imagen iban a ser la inspiración de un programador madrileño para crear un juego de ordenador varios milenios después. Así de irónica y curiosa es la historia de la humanidad incluso en sus detalles más tontos.

En 1985 Dinamic ya tenía unos cuantos títulos de ZX Spectrum debajo del brazo y lanzados con un éxito notable aunque su calidad distaba aún de los estándares marcados por UK. Saimazoom y Babaliba habían sido creados con un motor similar, siendo aventuras básicamente de laberintos y con un entrañable carisma gracias al personaje protagonista Johnny Jones. Sí, estaba basado evidentemente en Indiana Jones, y eran los dos primeros capítulos de una trilogía completada por el juego que nos ocupa, Abu Simbel Profanation.

¡Abuelo, déjame jugar!

 

Poco a poco, la sociedad va entendiendo que esto de los videojuegos no es una moda pasajera. Que es una forma de ocio como otra cualquiera, y que los que disfrutamos de ellos, no somos infantiles ni frikis. Nunca me he planteado considerar un bicho raro a alguien que tiene una inmensa biblioteca en casa. Ni tampoco creo que aquel que coleccione películas de cine polaco no sea digno de compartir mesa conmigo.

Quizás, porque desde siempre me he acostumbrado a intentar explicar a los que no quieren entender, que “jugar a la maquinita” no es muy diferente a leer un libro, salir a pasear al perro o tomarte unas cañas con los colegas. No quiero que se malinterpreten mis palabras, porque yo soy el primero que dedica tiempo a la lectura, al cine y a los colegas. Pero a ese nivel también están mis videojuegos. Esta introducción viene para realizar la siguiente reflexión.