Memorias de un jugador online: League of Legends y otras drogas

Hola a todos, esta semana vengo a hablaros de una manera muy personal de un tema muy concreto: el juego online. Por supuesto no me refiero a los casinos online ni a las  casas de apuestas deportivas, sino a jugar a videojuegos a través de Internet. Creo que la generalización y la accesibilidad del juego online es, probablemente, el mayor avance de la industria de los videojuegos en los últimos 15-20 años.

Recuerdo que de pequeño mis posibilidades de jugar a un videojuego en modo multijugador eran que mi hermano o un amigo jugarán conmigo a la NES o la SNES. Con dos mandos se hacían maravillas y lo que era divertido pasaba a ser aún más divertido, o simplemente un reto diferente (en el caso del modo versus o el modo cooperativo). No era difícil pasar tardes enteras jugando a Super Mario Kart o Mortal Kombat II con un puñado de amigos al lado. En aquellos años ni siquiera llegue plantearme que algún día ( y mucho menos a corto plazo) el modo multijugador llegara hasta donde está en estos momentos.

Los años fueron pasando jugando a Super Mario All-Star, la saga Mortal Kombat, Steet Fighter II, Mario Kart o Sensible Soccer.

Con el tiempo llegaron dos novedades: Jugar 4 a la vez en la Nintendo 64 a algunos juegos (inolvidables las viciadas a Smash Bros) y el juego en red local. Quizá hoy lo de jugar en red local suene a poco, o incluso cutre teniendo la enorme red que ofrece internet, y la cantidad de posibilidades que tenemos a nuestro alcance. Pero algo tan simple como conectar el PC de mi hermano y el mio y jugar a Warcraft II fue algo maravilloso. Convertir un juego que hasta ahora era solo de “un player” en un “face to face” contra otra persona (mi hermano u otra persona en su PC) fue algo increíble para mí.

Y ya llego el primer boom de los boom: Juego en la red. El juego a través de Internet es algo digno de análisis y mención, ya que en mi opinión cambia la percepción del videojuego en una enorme cantidad de aspectos. Este cambio se puede abordar desde diferentes puntos de vista.

Duración de un videojuego

Los videojuegos siempre han tenido una duración limitada en mayor o menor medida, con un principio y un final de campaña (en el caso de videojuegos de estrategia), de liga (en el caso de deportes)… pero el juego online rompe con todo. El juego tiene el fin que marcan sus usuarios, y para más inri, está las 24 horas activo, siempre hay un posible desafío. La duración del videojuego se ve ampliada de semanas/meses a años o décadas sin necesidad de repetir patrones o situaciones. Videojuegos como Diablo II siguen teniendo un número muy decente de usuarios a pesar de tener más de una década.

Nuevos retos

En el juego solitario el reto nunca pasaba más allá de superar todos los niveles del “muy fácil” al “muy difícil” (sí, de esa época donde los videojuegos tenían 6 u 8 niveles de dificultad, y donde el nivel “normal” no era un simple paseo como ahora). En el mejor de los casos nuestro reto se podía extender a amigos, familiares, vecinos o compañeros frikis del recreativo del barrio. Con la llegada del juego online nuestro reto es a nivel mundial, pudiendo enfrentarnos a toda clase de adversarios, algunos peores y otros mejores, dando y recibiendo curas de humildad.

Una nueva dimensión de juego

Con la llegada de internet los elementos que rodean al videojuego cambian, y pasa de ser un acto individual o de grupo reducido a ser algo social, ya no se juega solo o con un grupo reducido, son en una enorme red de cientos, miles o millones de personas.

El resto de la historia del multijugador ya la conocemos todos, se ha ido profundizando mucho en el aspecto online de los videojuegos, desarrollando el juego online en consolas, creando ligas y rankings multijugador pvp y un montón más de novedades. Esto ha desplazado en gran parte al modo clásico de un jugador, lo que a mi particularmente me disgusta, ya que me gusta jugar solo y a mi ritmo.

Aún así no todo el monte es orégano, y creo que afirmar que el juego online supera en todo al modo un jugador no es cierto. Creo que es un gran avance, y me parece genial el juego online, pero creo que el juego online ha traido también algunos males a los videojuegos.

A pesar de haber sido un jugón desde pequeño, reconozco que el juego online nunca me ha llamado demasiado, y que los únicos juegos a los que he jugado online han sido: Counter-Strike, Diablo II, Warcraft III y League of Legends (en especial este último).

El primer mal que ha traído el juego online es la dejadez y en ocasiones extremo menosprecio al modo “un jugador” en beneficio de explotar más el modo online. Videojuegos como Starcraft han pasado de tener amplias campañas muy bien trabajadas a una campaña un jugador corta, fácil y carente de ningún desafío real salvo algún que otro logro. No digo que ahora se hagan modos “un jugador” malos, sino que se mima mucho menos al jugador solitario.

El segundo problema es la competencia. Los videojuegos son para cada uno una cosa, pero en mi caso siempre he tenido claro que un juego es para divertirse, y siempre he jugado con esa idea. Sin embargo, el hecho de jugar contra personas ha convertido los videojuegos en competición, ya no se juega, sino que se compite. Este hecho además ha sido potenciado a través de campeonatos con jugosas sumas económicas, muy populares en Korea y cada vez más en el resto del mundo, donde videojuegos como Starcraft II y League of Legends mueven importantes cantidades de dinero. Esta evolución del juego online de juego a competición genera varios problemas.

El primero es la descompensación de niveles. Recuerdo cuando comencé a jugar a Warcraft III, que me sentía realmente inútil ya que la mayoría de jugadores me pulían con gran facilidad (algunos de ellos llevaban meses jugando). Jugar es más divertido cuanto más igualado es el reto, pero jugar para ser apalizado una vez tras otra no divierte a nadie. Este problema ha sido bastante mitigado mediante la creación de ligas de nivel en el modo online, pero no nos engañemos, todos conocemos a la típica gente que se hace cuenta nueva y rompe partidas a punta pala, en especial a las personas que empiezan a jugar a ese juego y no están bien ubicados, haciendo más difícil el aprendizaje y provocando que en ocasiones se pierda el interés por ese juego.

El segundo problema es la necesidad constante de jugar para no quedarte atrás. En la inmensa mayoría de videojuegos online el estar sin jugar semanas hace que al volver estemos totalmente perdidos, y que a veces no podamos ni jugar decentemente porque hemos perdido la práctica. Esto provoca a veces una “obligación” a la hora de jugar.

El tercer y mayor problema es la competitividad. Los videojuegos se han hecho muy competitivos, y eso ha hecho que la importancia de la diversión sea cada vez menor, y el ganar cada vez más importante. A mí mismo me ha pasado jugando a League of Legends, empece jugando por diversión y poco a poco el ansia de competir fue siendo más importante que divertirme, y es triste jugar a un videojuego online solo por competir, ya que tan solo una élite mínima podrá vivir de un videojuego. Además de beneficiar el ansia competitiva en detrimento de la diversión, el juego online también llega a provocar a veces una sensación de frustración absurda. Seguro que todos conocéis alguien que se ha sentido enfadado o frustrado por un videojuego, o discusiones generadas a partir de una partida. Pensado con lógica, es realmente triste que el humor de alguien dependa de un videojuego. Un videojuego es lo que es, ni más, ni menos. Y el último problema que creo que a veces genera el juego online, es el hecho de que no hay un fin marcado (ya que generalmente hay rivales a cualquier hora), lo que a veces provoca que pasemos DÍAS ENTEROS viciando en lugar de hacer otras cosas productivas. Ojo, con esto no digo que una persona no juegue un día 9 horas seguidas a un juego si quiere, pero creo a todos nos ha pasado que un videojuego online nos ha tenido 2-3-4-5 horas más de las que queríamos delante de la pantalla, y que el tiempo se nos haya ido sin darnos cuenta. Los videojuegos son un hobby, para algunos como yo un hobby sin el cual la vida no sería igual, pero todo hobby en exceso es un problema.

 

Bueno, hasta aquí este artículo parrafada de hoy. Espero que os haya gustado y también vuestras opiniones sobre el juego online y vuestras experiencias, porque creo que es un tema que da mucho de sí.

 

Saludos a todos.

1 comentario en «Memorias de un jugador online: League of Legends y otras drogas»

  1. Hola a todos.

    Me ha gustado mucho el artículo, y recalco el hecho de la peligrosidad con la que dos factores se unen en contra de los mas jóvenes: la competitividad y el horario sin fin; dando lugar a individuos que dejan de estudiar por que, seamos sinceros, en el trinomio vida_social-jugar_a_lo_pro-estudiar todos sabemos que suele caer primero.

    Antes de que me tilden de abuelo cuentabatallitas, me defenderé aclarando la frase «se unen en contra de los mas jóvenes». Me refiero a personas altamente influenciables que sustituyen el tiempo de lo que estén obligados a hacer (estudiar, trabajar, bajar al perro) por darle mas al juego. He visto personas de quince años dejar un juego para vacaciones y otros casos con casi el doble de edad perder el trabajo por Second Life.

    Es una droga con distinto poder de adicción dependiendo de la persona, puede ser divertido en un extremo, pero puedes caer en el lado osculo en el otro extremo… y entremedias como bien señala el artículo desde enfado a pérdida del interés. La profesionalización del jugador casi nunca lleva a nada bueno.

    Un abrazo a todos.

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