Milo, Natal y los limites morales de las mascotas virtuales.

Milo con M-16

En la imagen superior, podéis ver un supuesto caso de una atractiva joven dándole un fusil de asalto M-16 a nuestro futuro compañero Milo, personaje creado por el equipo de Peter Molyneux para el proyecto Natal de Microsoft. Como podéis suponer la imagen es un mero montaje realizado para este artículo, pero es la mejor forma para entender el tema que vamos a tratar hoy.

Si hasta ahora habíamos disfrutado (o soportado) numerosas versiones de las mascotas virtuales, no somos conscientes de la que se nos viene encima con los nuevos proyectos destinados a la Xbox 360 y PS3. Olvidaos de peinar caballos con vuestro puntero de la DS, las nuevas tecnologías nos abren un mundo de posibilidades. ¿Estarán a la altura de nuestras ambiciones?

Hasta ahora, normalmente los juegos de  mascotas virtuales nos ofrecían un mundo cerrado, en el cual las acciones estaban prefijadas. La saga de los Sims -esa sorprendente “casa de muñecas”-, nos abrió un nuevo mundo, haciendo posible ver situaciones a las que no estábamos acostumbrados. El amor entre miembros de un mismo sexo, es seguramente uno de los mayores adelantos sociales en la historia de los videojuegos, no fueron los primeros, pero debido al gran éxito del videojuego, millones de personas tuvieron en sus casas la posibilidad de realizar una acción muy poco habitual en los videojuegos.

Mucho antes de los simuladores sociales, las mascotas virtuales habían rondado nuestros sistemas de muy diversas formas. Fueron los archiconocidos Tamagotchi los que dieron el pistoletazo de salida al gran “Boom” de mascotas virtuales. Decenas de clones y versiones llegaron a nuestras tiendas y centros comerciales, mientras que cientos de juegos se unían a la moda de las mascotas, la cual sigue muy presente hoy en día de una forma más evolucionada.

Si en un principio las opciones que nos daban estos juegos eran muy básicas, siendo comer, dormir y jugar las más habituales, el mundo de las mascotas virtuales fue evolucionado hasta lo que tenemos hoy en día: Podemos cuidar bebes, delfines, perros, gatitos, tigres, conejitos, ositos, aliens… Todo un mundo de posibilidades con múltiples opciones para que a nuestras mascotas no les falte de nada.

La evolución ha sido clara, las mejoras también, pero llega un momento en el que un género debe atreverse a dar el salto. Muchos de los que empezaron con los antes mencionados Tamagotchi en el año de su lanzamiento, 1996, ya superan sobradamente la veintena de edad. Gente que ha acabado los estudios, gente que hace años que trabaja, gente que mantiene relaciones sexuales e incluso, aunque os parezca sorprendente, gente que ya se ha independizado (con lo que cuesta una casa o un alquiler…).

Tamagotchi Adulto

¿Y que tiene esta gente si quiere jugar a un género del que ya disfrutó años atrás? Pues pueden cuidar ponis, acariciar gatos o dar de comer a ornitorrincos… y poco más dentro de lo comercialmente hablando. Esta misma gente, desde su más tierna infancia, ha tenido la posibilidad de destrozar a todo un ejército con su avión  en el “Alter Burner”, machacar a todo bicho viviente con su fusil de asalto en el “Doom” u “Operation Wolf” o cortar cabezas con un sable en el “Shinobi” o “Shadow Dancer”, sin olvidar claro esta, los “sopapos” de toda la vida a lo Bud Spencer de la mano del “Double Dragon” o “Final Fight”… Pero en el género de las mascotas virtuales no, lo más “gore” que pueden hacer es hinchar de caramelos a un pequeño Tamagotchi para que muera de obesidad.

La gran mayoría de los géneros en los videojuegos han sabido adaptarse a su público, hace ya muchas décadas que cualquier jugador tiene títulos enfocados a su franja de edad, ya sean títulos más complicados o más violentos por poner un ejemplo. La cuestión es que al igual que otros hobbys como el cine o la lectura, existen productos para cada persona, basándose en su madurez. Pero por lo que vemos, un género se ha quedado atascado en el tiempo, y mucho me temo que Pikachu tiene la culpa de todo…

No, no, lo de Pikachu era broma, al pobre ya le basta con que le zurren de lo lindo en el “Smash Browl”…

Llegados a este punto, de poco sirve buscar las razones por las que un género como el de las mascotas virtuales se ha quedado atascado en el tiempo en cuestión de concepto, su mecánica simplificada los hace un producto ideal para los más jóvenes, pero los Sims ya supieron dar el salto hace muchos años, transformándose en “simuladores sociales”. Pero el hecho de que un título haya sabido evolucionar, no significa que el género haya evolucionado… “Un rico en el pueblo no hace al pueblo rico” (este me lo acabo de inventar :).

A mis 28 años de edad, reconozco que la mecánica de las mascotas virtuales me parece interesante, personalmente opino que puede ser el “juego ideal” para llevar en mi móvil, pero como es normal, mi ilusión no es ver crecer a un oso panda…

En la imagen que presenta este artículo, he imaginado lo que podría ser una maravillosa posibilidad dentro del futuro proyecto Natal:

Milo: “Buenos días David, veo que vas en calzoncillos, ¿una noche movidita?

David: “Métete en tus asuntos niño, tengo una misión para ti”

Milo: “OK David, ¿quieres que vayamos a pescar?, ¿damos una vuelta por el bosque o te apetece más dibujar?

David: “No Milo, vas a coger este fusil de asalto y vas a matar a todo bicho viviente que se cruce en tu camino, si en algún momento tienes clemencia o piedad seré yo el que te obligue a tirarte por el acantilado más cercano, así que ya sabes”

¿Pensáis que esto será posible? ¿Se atreverá el señor Meter Molieunx? Espero equivocarme, pero no, no creo que podamos ver a Milo con un M-16 pegando tiros a cualquier cosa que se mueva cerca de su humilde morada…

Esto ha sido tan solo un ejemplo, soy consciente que puede parecer fuera de lugar, pero en ningún caso es así… Define perfectamente el paron que ha tenido el género de las mascotas virtuales en cuestión de concepto. Mejores gráficos, mejor sonido o veinte lazos diferentes para nuestra mascota, poco hacen para evolucionar un género hasta ahora infantil a un género que también contemple a los adultos.

Sigamos con el ejemplo, fusiles de asalto, muertes injustificadas, sangre por todas partes y hasta un obligado suicidio pueden parecer obra de una mente demente o un psicópata buscado por la ley, pero… ¿Acaso no habéis matado a cientos de personajes virtuales en cientos de títulos?  ¿No habéis disfrutado provocando una pelea en el GTA con resultados bastante más sangrientos? ¿No habéis sacrificado cientos de vidas dejando caer a vuestro querido Mario por los abismos, por la mera esperanza de encontrar un pasadizo secreto? Claro que si, y muchas más cosas que vuestras madres se llevarían las manos a la cabeza si se enterasen… Mención especial para los que dejaban a un Sim en un cuarto oscuro para ver cuanto duraba.

Como veis, los videojuegos nos han dado siempre miles de posibilidades para mostrar nuestro lado más oscuro, pero que nadie se equivoque, todos estos actos no han tenido trascendencia alguna en nuestras vidas, los videojuegos juegos son.

El género de las mascotas virtuales es un género sobreprotegido, parece que los jugadores no estemos preparados para ver y realizar ciertas acciones que en otros muchos juegos hace mucho tiempo que disfrutamos con ellas. Creo que no es necesario que explique que las mascotas virtuales, por muy simpáticas que sean, no dejan de ser un simple videojuego y como tal, el jugador sabe perfectamente distinguir lo real de lo irreal.

Las posibilidades son muchas, un videojuego de mascotas virtuales con un concepto parecido a los de la saga GTA nos abriría un abanico de posibilidades que muchos estaríamos dispuestos a explorar, creo que no hace falta que os las explique, dejo el trabajo para vuestra imaginación.

Asociaciones clamando al cielo, abogados con pretensiones mediáticas y algún espabilado que achacará todos los males a las “mascotas virtuales para adultos”, son algunas de las consecuencias inmediatas que tendrían la publicación de los primeros títulos para adultos de este género, pero no es nada nuevo, la industria hace ya muchos años que lucha frente a este tipo de males y gracias al sentido común, el dinero y unos buenos abogados, por el momento lo llevan bastante bien.

Creo que ya va siendo hora de que este género de el salto, que se abra para conseguir un mayor mercado, los videojuegos ya no son solo un juego de niños y en algún momento alguien tendrá que ser el primero. Puestos a pensar… ¿Qué os parecerían un Milo o Mila X de veinte añitos y cuerpo escultural? Si, ya se que es un paso más difícil de dar, pero, el cine, los comics o los libros ya hace mucho que lo dieron, y aunque sean poco conocidos por nuestras fronteras, en Japón ya hace muchos años que disfrutan de este tipo de juegos.

2 comentarios en «Milo, Natal y los limites morales de las mascotas virtuales.»

  1. Gran artículo. Estoy totalmente de acuerto con todo lo que dices. Sería más que interesante (además de lucrativo) para las empresas profundizar en estos juegos de mascotas virtuales y pensar en la posibilidad de atreverse con un juego para gente adulta. Todo ello, claro, con la consiguiente información en todas partes de la caja del juego y en sus instrucciones de que el juego es para adultos, porque si no la lían muy gorda. Creo que muchos aficionados a los videojuegos estaríamos encantados con esto y dispuestos a soltar pasta por ello.
    Lo cierto es que esta tecnología abre un nuevo abanico de posibilidades y espero que se lancen a explorar todas y consigamos nuevas formas de jugar tanto para el público infantil como para el adulto. Además, tengo curiosidad por cómo sería lo de la Mila X jajajaja.
    Saludos.

  2. Pues ya hace unos años rondaba por internet un programa que te instalabas en el pc y era de una «mascota» virtual, pero era una chica con un cuerpazo y tu le decias que hacer por medio del teclado, incluso se podia quedar con poca o sin nada de ropa y hacer algunas cosillas mas…

    Yo vivi la fiebre de Tamagochi, y la de Nintendogs, ahora con la salida del N3DS, sacaran Nintendogs&Cats, solo espero tenga modo online.

    Yo siento que lo que mas tienen que poner atencion en las mascotas virtuales es la variedad pues despues de un rato o dias de hacer siempre lo mismo te aburres, quizas con un modo online y que pudeiras recivir a otrras «mascotas» todo cambiaria, algo parecido a lo que pasa en la Serie de Animal Crossing para DS y Wii.

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