Creando un videojuego I

Sí señores, es oficial. Xavunis (webmaster en la sombra de Infoconsolas) y un servidor, nos hemos propuesto llevar a cabo uno de los sueños de todo gamer que se precie, crear y comercializar su propio videojuego.

Ya hemos empezado, ya es jugable y aún nos queda mucho, pero después de muchos años podemos decir, que vamos a lanzar nuestro propio videojuego.

Crear un videojuego es el sueño húmedo de cualquier jugador, pero claro… imaginarlo y hacerlo son dos cosas muy distintas. Seguro que vosotros, igual que yo en su momento, en más de una ocasión habéis hecho vuestros pinitos en antiguos lenguajes como el Basic o posteriormente, usando programas especializados como el RPG Maker, DIV Studio o similares con e objetivo de crear vuestro videojuego.

Normalmente, son proyectos que se inician con mucho cariño y empeño pero una vez comprobado el arduo trabajo y conocimientos necesarios, acaban en juegos a medio a hacer o con suerte, curiosidades para mostrar a nuestros amigos y familiares. Este proceso se repite cada pocos años ya que el gusanillo de hacer nuestro juego sigue ahí, pero la realidad nos golpea cada vez con más fuerza y el final acaba siendo el mismo. Los tiempos en que uno o dos chavales podían innovar, descubrir y crear un nuevo éxito en su garaje hace mucho que pasaron… O no.

Dos de los principales motivos que a los no profesionales como un servidor y por lo tanto, no formados como es debido en la materia nos echaban para atrás, eran por un lado el hecho de no poder competir en ningún sentido con los videojuegos comerciales, creados por una potente industria que evolucionaba cada año y por otro, ser conscientes que nuestro videojuego nunca superaría la inexpugnable barrera de lo comercial. Son puntos lógicos, pero con los que uno se aventura a fantasear en su imaginación antes de ponerse al grano: “El primero será para aprender, pero el segundo seguro que lo publico…”. Que joven era…

Un niño, chaval o joven, poco podía hacer contra una industria totalmente profesionalizada, más que prepararse para formar parte en un futuro de un eslabón dentro del engranaje de la industria del videojuego, en el que únicamente se encargaría de una pequeña porción del juego en el que trabajase. Nada alentador para los que no tuviesen totalmente claro que ese debía ser su futuro laboral.

Pero afortunadamente, los tiempos han cambiado… Y sí, ahora dos jóvenes pueden volver a soñar con hacer y comercializar su propio videojuego. No en ganar millones, pero si en exponer su obra al mundo junto a cualquier otro videojuego surgido de la omnipresente y poderosa industria. Todo un “David contra Goliat”, el cual antes era motivo de abandono, se convierte ahora en un aliciente más, un reto a superar y del que vanagloriarse.

Como decía, los tiempos han cambiado… Probablemente el aspecto más importante, es la culturización y mayor experiencia que tenemos todos los jugadores, sumado a un nuevo mercado menos experimentado denominado comúnmente como “casual”. Estas circunstancias, hacen que lanzar un videojuego sin grandes alardes técnicos sea algo factible. Puede parecer algo simple, pero os recuerdo que durante los 90’ éramos nosotros mismos los que descartábamos muchos videojuegos por su apartado técnico. Gracias a Dios, hoy en día los videojuegos se contemplan desde otro prisma mucho más amplio y justo, siendo el apartado técnico importante, pero no indispensable. Respecto al público “casual”, en su mayor parte buscan lo que todos los veteranos deberíamos haber buscado siempre sin más pretensiones, divertirse.

Quiero hacer un inciso en este punto, el apartado técnico sigue siendo muy importante en la actualidad, pero en resumen, los jugadores hemos aprendido (no todos) a darle el valor que le corresponde según el juego al que juguemos y lo prometido por sus creadores respecto al mismo. Si nos cobran 69’95 Euros por un juego “de lujo”, es normal esperar un apartado técnico a la altura…

En consecuencia, hoy en día son decenas los juegos con look retro o géneros anteriormente en desdicha, que son lanzados cada mes y acogidos de buena gana por un mercado de jugadores que o bien quiere revivir viejos momentos o sencillamente, saben que para pasar un buen rato no son imprescindibles los gráficos renderizados en 3D.

A esta culturización del videojuego o renacimiento de los géneros y mecánicas de antaño, se le ha unido en los últimos años una nueva plataforma ideal para los programadores amateur o no profesionalizados: Los teléfonos móviles.

Después de muchos años de continuos cambios e intentos de monopolio, dos son las plataformas que se han convertido en estándar con un futuro más que prometedor en el campo de los dispositivos móviles o similares: Apple con su exclusiva plataforma de distribución y Android con su Play Store. Con todas sus similitudes y diferencias, ambas combinaciones ofrecen la herramienta perfecta para aquellas personas que quieran adentrarse en este mundillo por su cuenta.

Tras muchos años de bloqueo creativo y comercial, siendo la industria y sus innumerables filtros y obstáculos quien tenía la potestad de lanzar o no un videojuego comercial, ahora resulta que un veinteañero y un treintañero pueden publicar un videojuego en dos de los mejores sistemas de distribución del momento y con un mercado a disposición de millones de terminales móviles… ¡Quien nos lo iba a decir!

Permitidme que eche la vista atrás de nuevo, pero los tiempos en que dos jóvenes programadores autodidactas se hacían famosos por la venta de un videojuego creado completamente por ellos mismos, el cual habían vendido por anuncios en los periódicos mediante el cobro a reembolso en correos, vuelven a ser posibles (I love Spectrum). Y no me refiero a un supuesto éxito, fama o contratos millonarios por parte de la industria, me refiero al encanto… el encanto de volver a una época donde los sueños eran posibles.

Evidentemente, no todo es tan fácil como nos gustaría. No seré yo quien pasé las noches escribiendo líneas y líneas de código, sencillamente no tengo los conocimientos necesarios y por lo tanto, será mi hermano el encargado de dicha tarea. Él ha dedicado años de estudio a la programación y gracias a él podemos iniciarnos en esta nueva andadura. Mis labores serán las relacionadas con los gráficos, mapeados y marketing cuando este finalizado aunque como es normal, muchas otras funciones serán compartidas entre ambos ya que solo somos dos… Y eso me encanta.

Será nuestro primer juego, un nuevo salto en esta pasión que compartimos con todos vosotros que no es otra que los videojuegos, de la misma forma que un día surgió Infoconsolas, saldrá un nuevo título al alcance de todos. No pretendemos hacernos ricos, ya os lo he dicho, únicamente queremos disfrutar de cada momento de su elaboración, descubrir un nuevo campo de los videojuegos, conocerlos desde dentro y en definitiva, hacer un sueño realidad.

En este primer juego volcaremos toda nuestra experiencia como jugadores, de la misma manera que sin remedio quedará plasmada toda nuestra inexperiencia como creadores. Es algo inevitable, pero la intención es vivir la experiencia y crear algo cuyo resultado final, nos de los suficientes alicientes para repetir sin cometer los mismos fallos.

Para los que os estéis preguntando después de todo lo escrito hasta el momento, de qué puñetas irá el juego, como se llamará o dónde están las imágenes, tranquilos… este es sólo el primero de una serie de artículos en los que os iremos informando del mismo y de su evolución. Mi intención en este artículo, no es otra que la de compartir con todos vosotros esta nueva aventura en la que nos hemos volcado desde hace escaso tiempo. Os aseguro que seréis los primeros en conocerlo y en probarlo.