Como en parte quiero dar a entender en el título, nos encontramos en unos tiempos donde los deportes de motor se encuentran en buena situación (al menos económicamente, porque yo particularmente me cuestiono si algunos pilotos de F-1 deberían estar en el campeonato, o solo son cantidades enormes de dinero en patrocinios, pero esto es otro cantar), con tres pilotos españoles el año pasado en F-1 y con récords históricos en motos (récords que tristemente los medios no han valorado como merecía).
Pero dejemos a un lado el 2011, volvamos a 1991-1992. En esta época la URSS se desmoronaba, el gran Magic Johnson confesaba al mundo haber contraído VIH y los seguidores de la F-1 disfrutábamos con Mansell, Senna, Prost y un joven Michael Schumacer. En 1991 se lanzaba para Arcade «Danny’s Sullivan Indy Heat», un juego basado en las populares (en Estados Unidos principalmente) Indy Racing. Posteriormente verían la luz versiones en Commodore Amiga, Atari ST y NES. Yo me centraré en las dos que he podido jugar, NES y Arcade.
Este juego es para mí uno de los más entretenidos de conducción que he jugado, además de un juego a un nivel muy bueno en opciones y jugabilidad. Por desgracia encajo mucho mejor en el mercado americano que en el europeo, donde no alcanzo gran popularidad y a día de hoy en NES es una pieza codiciada y bastante cara. Este fracaso comercial puede deberse principalmente a que las Indy Racing no gozan de gran cobertura en Europa actualmente, con que mucho menos en 1992.
Hay gente que opina que es una secuela de Super off Road pero con las Indy Racing como escenario. Lo cierto es que sí hay parecido entre ambos videojuegos.
No obstante, como juego de carrera o de «micromachines sin micromachines» es de lo mejor de la época.
El videojuego fue desarrollado por Leland Corporation (en Arcade) y Rare (en NES). Se podía jugar con hasta cuatro jugadores humanos. Centrándonos ya en el videojuego las versiones Arcade y NES difieren notablemente en el aspecto gráfico (como es lógico la NES no podía alcanzar el nivel Arcade).
Foto NES:
Foto Arcade:
Las diferencias creo que se notan en la imagen, y a la hora de jugar más aún.
Entrando ya en jugabilidad, comenzamos eligiendo piloto entre diversos avatares (entre ellos alguno de una mujer, cosa que me resultó curiosa cuando lo probé por primera vez). Con un presupuesto inicial nos dan dinero para mejorar el coche, pudiendo elegir nosotros que mejorar (turbo, depósito de combustible…) o «pedir a Danny» su opinión, siendo la máquina la encargada de gastar el dinero por nosotros. En la versión Arcade nuestras mejoras estaban limitadas en un principio según el número de monedas que metíamos. En la versión NES comenzaremos con 100.000 créditos. El videojuego tiene 9 pistas (en su versión NES). En esta versión una de las pistas se llamaba «Tradewest», que era el nombre de la distribuidora en NES (en Arcade era Leland Corporation), en lugar de Indianápolis, como se llamaba en su versión Arcade y ciudad en la que encontramos el mítico circuito, el de las 500 millas, que se representa en el videojuego.
Las pistas que aparecen en este videojuego son:
– West Canada. 5 vueltas.
– New Jersey. 5 vueltas.
– South California. 5 vueltas.
– Michigan. 5 vueltas.
– Illnois. 8 vueltas.
– Ohio. 5 vueltas.
– East Canada. 5 vueltas.
– Colorado. 5 vueltas.
– Tradewest. 12 vueltas.
A lo largo de estas 9 pistas debemos ir sumando puntos (que se reparten entre las 5 posiciones, ya que todos puntúan, aunque varía según la carrera el número de puntos) para llegar a ser el campeón. Además de puntos, recibiremos dinero según nuestra posición para mejorar nuestro coche o recargarnos de turbo. Al finalizar el juego volveremos de nuevo a la primera carrera con nuestro coche, el que podremos seguir manejando.
Durante las carreras debemos hacer paradas en boxes (ya sea porque la gasolina se nos acaba o porque nos hemos chocado más de lo debido y el coche está en llamas), lo cual nos lo indicará un cartel de PIT en nuestro color, y al resto de pilotos en el color de su coche. En las carreras será importante no perderse y sobre todo hacer un buen uso del turbo. La posición final se decidirá según nos encontremos cuando el primer coche cruce la línea de meta. Es decir, si vamos 4º cuando el primero cruza, nos quedaremos como cuartos, ya que la carrera terminará en ese instante, no cuando nosotros cruzemos la línea de meta.
En la versión Arcade la cosa cambia, contamos con 15 pistas:
– Phoenix: 8 vueltas.
– Vancouver: 5 vueltas.
– Indianápolis: 8 vueltas.
– Long Beach: 5 vueltas.
– Detroit: 5 vueltas.
– Pocono: 8 vueltas.
– Cleveland: 5 vueltas.
– Meadowlands: 5 vueltas.
– Toronto: 5 vueltas.
– Michigan: 8 vueltas.
– Lexington: 5 vueltas.
– Elkhart Lake:5 vueltas.
– Monterey: 5 vueltas.
– Denver: 5 vueltas.
– Indianápolis: 12 vueltas.
Al finalizar las 15 pistas nos podremos ver en lo más alto del podio, en el Hall of Champions.
Con esto ya está analizado y desmenuzado el videojuego, que se conoce poco por Europa (significativo es que en Wikipedia no exista como artículo en ningún idioma que no sea inglés) y que he intentado acercar desde este humilde artículo.
Esto es todo, espero que os haya gustado el artículo. Nos leemos la semana que viene. Saludos.
Hey, el Indy Heat mola mogollón, y el Super Off Road también. Micromachines ya partió la pana guapamente.
A ver si reivindicamos ese gran juego y precursor del F-Zero que es Galaxy 5000.
Curioso que lo menciones Gerardo, porque justo cuando escribía este artículo pensaba en escribir otro día sobre el Galaxy 5000, gran joyita de la NES.
Qué buen gusto tenemos, ja ja ja.
Indy Heat y Galaxy 5000… dos joyas de nes.
El Galaxy 5000 más bien es precursor del Hi-Octane, sobre todo por el tema de los disparos y de la acción.
Yo jugué a este título en PC y era muy divertido. También recuerdo Pitstop, o algo así… Aunque el pique entre amigos, aparecido en otras plataformas, era con el juego Moon Patrol, jugando uno detrás de otro a ver quién llegaba más lejos. ¡Que recuerdos!
Sin duda el mejor clon de la saga Sprint, para mi incluso mejor que el gran Ivan Ironman Stewarts Offroad