Durante muchos años ha existido una “guerra silenciosa” en el mundo de los videojuegos, una guerra en la sombra con multitud de frentes abiertos. En tan magno conflicto dos bandos han sido los principales oponentes: Los usuarios y las editoras de videojuegos.
Esta guerra silenciosa ha estado presente desde los inicios comerciales de la historia de los videojuegos, cada bando tiene sus propios motivos: Las editoras de videojuegos quieren obtener los máximos beneficios posibles por su trabajo mientras que los usuarios, quieren disfrutar de sus videojuegos al menor precio posible. Algo fácil de resumir, pero complicado de solucionar.
Si hasta ahora las aguas se mantenían mínimamente calmadas, habiendo un pacto de agresión no escrito entre ambos bandos, las editoras han decidido que este es el momento de pasar a la acción con un ataque a gran escala. La guerra deja de ser silenciosa, la batalla final que decidirá el futuro modelo de mercado de los videojuegos ya esta aquí…
Ojala todas las guerras y batallas que se librasen fuesen puramente comerciales, con este escrito no pretendo llamar a nadie “a las armas”, pero creo que ha llegado el momento de recapitular, reflexionar y ser conscientes del modelo que se nos quiere imponer al que es nuestro hobby más preciado, los videojuegos.
Durante años se ha discutido si los videojuegos son cultura o no, es un tema que ya hemos tratado en Infoconsolas en múltiples ocasiones y sobre el cual no es el momento de opinar, pero lo que esta claro, es que los videojuegos haca ya muchos años que son un bien de todos nosotros, un entretenimiento del que disfrutamos cuando deseamos y para muchos de nosotros, algo que no estamos dispuestos a dejar de lado. Llevamos muchos años en esto y pese a quien pese, todos nosotros formamos parte del mundo de los videojuegos.
¿Formar parte del mundo de los videojuegos? Por supuesto, aunque en lejanos y lujosos despachos de oriente, Europa o Norte America, los máximos responsables de la industria piensen que son ellos los únicos artífices de este entretenimiento, por una sencilla regla de tres os demostraré a todos vosotros que sois igual o más importante que el productor estrella de una saga de renombre o el programador más afamado:
Si nosotros no compramos sus productos, sus productos carecen de valor y sentido en una industria como la de los videojuegos.
La ley de la oferta y la demanda señores, esta ley que dicta las normas del capitalismo y por ende, de la industria del videojuego, nos hace participes forzosos de la industria de los videojuegos, a la cual tanto debemos aunque muchas veces no sepamos reconocérselo, al igual que ellos no reconocen lo que nos deben.
Aclarado nuestro indudable protagonismo en esta “guerra” de intereses, llega el momento de concretar un poco más los diferentes puntos de vista que ambos bandos tienen sobre los videojuegos:
Editoras de videojuegos: Como cualquier empresa o compañía, las editoras pretenden obtener los máximos beneficios con los productos que nosotros mismos compramos. Algo totalmente licito y normal en el mundo que nos movemos, ellas mismas regulan sus normas y precios basándose principalmente en la propia competencia entre editoras.
Usuarios: La mayoría de usuarios no vive en un mundo de fantasía donde sus necesidades y entretenimientos son ofrecidos gratuitamente por el gran árbol de la vida. Somos concientes de que la mayoría de los videojuegos son un producto comercial por el cual debemos pagar, pero también conocemos nuestros derechos y lo más importante, tenemos el sentido común para saber cuando estamos pagando un precio correcto o excesivo por un determinado articulo.
Desde los inicios de la historia de los videojuegos comerciales, el propio mercado ha establecido las bases para una convivencia armoniosa. Las editoras lanzaban videojuegos a un determinado precio y los usuarios comprábamos estos títulos dependiendo de la relación entre precio y calidad.
La industria actual es el resultado de una gran evolución de la de hace 30 años, por lo que se podría llegar a la conclusión de que ambas partes han cumplido con su cometido. Las editoras nos han surtido de buenos juegos a un precio “asequible” para la mayoría y los usuarios hemos pagado por ellos.
En esta relación de amor odio por parte de los usuarios y de “buscar nuestro limite económico” por parte de las editoras, la piratería ha sido durante muchísimos años la manzana de la discordia.
La piratería ha sido la excusa esgrimida por las editoras para tomar numerosas medidas en las que en la multiples de ocasiones, hemos sido el total de los usuarios los que hemos pagado los platos rotos: Juegos sólo jugables mediante activación por Internet, sistemas anticopia que producen más problemas que soluciones, precios por las nubes debido a la piratería…
Y hasta ahora los usuarios nos hemos visto obligados a sufrir y resignarnos, porque la palabra “piratería” parece ser la formula mágica para acallar nuestras voces y bajar la tensión en el ambiente por cada una de estas medidas. La piratería es un problema de difícil solución y los usuarios, exceptuando los que la practican, hemos sido lo suficientemente responsables para dar nuestro voto de confianza y aceptar en la practica, todas las medidas tomadas por las editoras, aunque en el fondo no nos hagan ni pizca de gracia.
Como veis, por esto definía a esta “guerra” como silenciosa, el motivo de las editoras era comprendido (que no compartido) y los usuarios no pasábamos a la acción. Pero las editoras han decidido abrir nuevos frentes en este conflicto… Ante la imposibilidad de atajar su principal problema (la piratería), sobre la cual hay que aclarar que no es tan abrumadora como algunos personajes nos quieren hacer creer (que alguien piratee 2 juegos al mes no significa que tenga dinero o la intención de comprárselos si nos los pudiese piratear), las editoras han decidido culpabilizar de sus perdidas al alquiler de videojuegos y la venta de segunda mano.
Ambos argumentos no son ninguna novedad, pero hasta hace bien poco quedaban en meras protestas o polémicos comentarios, eran territorios tan amplios y complejos que difícilmente las editoras podían conquistar, pero por lo que se ve algo ha cambiado y el alquiler y la venta de segunda mano están en su punto de mira.
Llegados a este punto, os pido a todos que apliquéis ese gran valor personal que es vuestro sentido común, algo de lo que aunque parezca mentira, se ve que ciertas personas carecen completamente:
– Cuando uno se compra una casa, la puede comprar o alquilar, ya sea por habitaciones o la casa entera. Todo esto sin que el mercado inmobiliario haga lo más mínimo al respecto. Incluso, cuenta la leyenda que existen grandes edificios llamados hoteles que viven de alquilar habitaciones.
– Cuando uno quiere un coche, lo puede comprar o contratar un servicio de renting. Más adelante, lo podrá vender si lo desea y corre un rumor por ahí, que existe la posibilidad de alquilar vehículos durante las vacaciones o por otros motivos.
– Libros, música, películas, obras de arte… El mercado de segunda mano ha existido siempre en todos los productos que podamos adquirir, estamos hablando desde lo que nos podamos encontrar en un rastro hasta en el omnipresente Ebay.
Inmobiliarias, industria del automóvil, discográficas… La mayoría de industrias y mercados de los países civilizados conviven a la perfección con la venta de segunda mano o el alquiler, habiéndose adaptado en muchos casos y sacando beneficios de estas practicas como por ejemplo las inmobiliarias o concesionarios, donde compran nuestro viejo coche para que podamos adquirir un nuevo vehiculo. Pero precisamente, nos tenía que tocar a nosotros…
Con lo dicho anteriormente, creo que queda claro el actual modelo de alquiler o venta de segunda mano es el correcto, no debe modificarse en absoluto y si las editoras están obteniendo menos beneficios de los que podrían ganar tienen dos opciones lógicas a tomar:
– Asumir como durante muchos años hemos hecho los usuarios con muchas de sus medidas de que la realidad es así.
– Cambiar su propio modelo de negocio, beneficiando e incentivando al usuario con la compra de sus nuevos productos en vez de penalizar al usuario que compra sus artículos de segunda mano por razones que son bastante obvias.
Referente al último punto, un buen ejemplo es como la industria del automóvil ha sabido adaptarse a la venta de segunda mano, dando la vuelta a la tortilla en algunos casos para su propio beneficio:
Para empezar tenemos los precios de los nuevos vehículos. Todos sabemos que no es lo mismo un Audi R8 que un Fiat Punto, siendo la diferencia de precio abismal en función de lo que nos ofrecen. En consecuencia, ¿Por qué debemos pagar un precio tan similar por los videojuegos de una misma plataforma? ¿Tendría sentido que la industria del automóvil adoptase el modelo de los videojuegos para consolas? En absoluto, cada producto tiene su calidad propia u por lo tanto deberían tener sus precios particulares, las editoras no pueden pretender que compremos con una sonrisa en el rostro un “Benito y Otilio se van a Miami” por el mismo precio que un Metal Gear 4 por poner un ejemplo.
El hecho de tener unos precios estandarizados ya hace que muchos de los productos lanzados de inferior calidad a otros queden relegados forzosamente a un segundo plano, siendo el alquiler o la compra de segunda mano las mejores opciones que tenemos muchos de los usuarios para darles una oportunidad.
Sigamos con el ejemplo de la industria automovilística… Los propios concesionarios se nutren en gran medida de la compra y venta de coches de segunda mano en sus propios concesionarios, dan por hecho que nadie se va a quedar con todos los coches que compre (como es normal) y utilizan este factor a su favor. Las editoras lo tienen más difícil en este sentido, pero medidas como el registro de sus videojuegos para obtener futuras ventajas o descuentos en sus nuevos títulos ya se han puesto en practica desde hace años en compañías como FX Interactive, siendo una buena forma de que los usuarios conserven sus videojuegos. Hasta aquí la breve comparativa con la industria del automóvil.
Respecto al alquiler de videojuegos, las editoras deberían realizar un estudio de mercado objetivo e imparcial, con el objetivo de ver el número de juegos que les venden directamente a las tiendas con este fin y los beneficios que esto les produce, así como el número de usuarios que tras alquilar un videojuego, decide comprarlo, muchos de los cuales dicho de paso, no se gastarían nunca la suma de 69’95 euros en un juego al que no hubiesen jugado previamente…
Lejos de lo que pueda parecer, el mercado de segunda mano y el alquiler de los videojuegos son de suma importancia para nosotros, los usuarios. El principal motivo no es el hecho de poder adquirir un juego más barato o probarlo durante unos días, el mercado de segunda mano y el alquiler de los videojuegos influyen de manera directa sobre el precio final de los nuevos juegos:
Cuando un juego de segunda mano esta a los pocos meses 10, 20 o 30 euros más barato que el original dependiendo de su ya demostrada calidad real, este juego esta cumpliendo una función de “freno” para que las editoras conserven un precio de salida adecuado. Si eliminamos o perjudicamos este “freno”, las editoras se encuentran en una situación de mayor ventaja para fijar un precio más elevado de sus nuevos títulos. Esta regla la podemos aplicar igualmente al alquiler, ya que no deja de ser una compra durante un tiempo limitado.
Pero todo lo escrito hasta ahora, esta escrito por un usuario, por alguien que pertenece clara y orgullosamente a uno de los bandos de la que hasta hace bien poco había sido una guerra silenciosa. Las tornas han cambiado señores y lo que hasta hace bien poco se veía imposible, ya es algo factible.
Desde hace un tiempo hemos visto como las editoras han sacado su caballería pesada en una de las batallas más decisivas de esta particular guerra y nuestros intereses, como usuarios, se ven más afectados que nunca.
La justicia ya se puso de lado de las editoras al prohibir el alquiler de videojuegos Belgica, un claro aviso de intenciones. Compañías como EA, ya han empezado a penalizar a los usuarios que compran sus videojuegos de segunda mano, poniendo en practica un nuevo modelo de negocio en Xbox 360 y PS3, en el que tan sólo el primer comprador contará desde un principio con la posibilidad de jugar online a sus juegos mediante registro único, teniendo que pagar 10 dólares adicionales los jugadores que hayan adquirido el título de segunda mano.
Lo que hasta hace bien poco era un derecho para cualquier persona que tuviese un videojuego en propiedad, ahora se ha convertido en un privilegio que en el caso de EA esta valorado en 10 dólares. Desgraciadamente, EA no es la única compañía que esta tomando medidas contra el mercado de segunda mano o el alquiler de videojuegos.
Las nuevas tecnologías facilitan la batalla para las editoras, el problema es que se han equivocado de enemigo… El usuario no es sólo aquella persona que solicita o busca la forma de adquirir un producto más económico o la posibilidad de probarlo antes de comprarlo, el usuario es principalmente, la persona que les da de comer.
Resulta curioso que los máximos interesados en tener contentos a todo el conjunto de usuarios, sean los que adoptan medidas para perjudicar a los mismos. Por lo que se ve, el famoso lema de “el cliente siempre tiene la razón” no es aplicable en la industria de los videojuegos para algunas editoras.
El primer paso ya esta dado por su parte, ahora queda por ver la reacción de los usuarios, ¿compraremos un juego sabiendo que el posterior precio de venta será nulo?, ¿sancionaremos a las editoras que realicen esta practica y beneficiaremos a las que mantengan el actual modelo?
De nuestras futuras decisiones depende en gran medida el futuro modelo de negocio de la industria del videojuego. Lamentablemente, la primera consecuencia visible será un elevadísimo aumento de la piratería, aunque eso sea lo último que deseamos todos los amantes de este gran entretenimiento, nuestro hobby, los videojuegos.
Mira, lo cierto y verdad esque me he ido adaptando mas a mi cartera que al mercado y ahora sólo compro juegos por importación. ¿Por que?, porque literalmente «Me toca los huevos» que la decisión de unos pocos españoles me obligue a pagar el triple que un inglés recibiendo lo mismo o incluso menos (porque a veces los juegos vienen subtitulados en español y no doblados»
Quiero decir con esto que las decisiones que tomen algubnos buscando un beneficio a la larga siempre decidimos nosotros. Con esto va a pasar igual, aumentará la piratería, EA perderá beneficios, si son cabezotas seguirán con el mismo modelo de negocio pero le superarán otras compañias que verán este nuevo modelo como inviable.
La verdad es que da un poco de pena ver como tu mayos hobby va poco a poco quedando en manos de quienes no deben, las editoras. En mi opinión, no deberían existir editoras, o, mas bien, deberían ser sony, Microsoft y Nintendo sus propias editoras, si se piensa bien, se atendería mas a la calidad que a la cantidad de juegos para lanzar.
Y quiza algo mas preocupante que no podamos comprar juegos de 2ª mano es que no podamos intercambiarlos entre nuestros colegas. Es que no hay ningun organismo oficial o lo que sea que se preocupe de estos intereses?
Apestosos peseteros, más os valdría dejar de punlicar mierdas y aprender de los desarrolladores independientes. ¡Viva el mercado de segunda mano, abajo el empresario!
Van «listos papeles» estos que quieres «monopolizar» el consumo del cliente, es decir, nosotros. Pero si con esto creen que van a ganar más,… Hoy a salido en Tele 5, que una jueza española a dicho, que la pirateria aquí en España, no la considera un peligro.
Aunque toy en contra de la piratería, la verdad es que no dan muchas opciones. Ellos veran. Hay todavía tiempo de perder clientes y pasarse al lado oscuro. 🙂