Si hay algo que nadie pueda poner en duda de la Gran N, es la tantas veces demostrada capacidad para crear mascotas atractivas hacia su público. Dejando a un lado las preferencias en cuestión de marcas de cada jugador, esta claro que Nintendo ha sido una parte indispensable dentro de la cultura de los videojuegos, convirtiendo en un primer momento lo que eran unos simples personajes, en iconos de la cultura del ocio electrónico, reconocidos por todo tipo de público, tanto jugadores como no jugadores.
Detrás de todo ese mundo de mascotas en segundo plano e iconos ya consagrados, existe un gran trabajo cuidado al milímetro durante décadas. El hecho de que en la actualidad podamos seguir jugando con los mismos personajes de nuestra infancia no es obra de la casualidad…
Cuando la industria de los videojuegos todavía estaba en pañales y la mayor parte de los usuarios que disfrutaban de los videojuegos, estaban formados por un público infantil, Nintendo supo adelantarse a sus competidores con una técnica ya demostrada en campos tan dispares como el mundo del deporte y la publicidad más capitalista, las mascotas.Una mascota en el mundo del marketing es una figura representativa de la marca, la cual actúa como un símbolo de la misma. En ella se encuentran los valores que la compañía quiere potenciar, mediante las mascotas se brinda al gran público una imagen hecha a medida, evocando unos atributos fácilmente reconocibles, reunidos todos ellos en dicha mascota. El objetivo principal de las mascotas, suele ser el público más joven, ya que los adultos son capaces de reconocer los conceptos mediante otras formas de marketing como por ejemplo las imágenes corporativas.
Nintendo sintetizó en los 80’ todos los valores que encontraba necesarios comunicar a su público con una atractiva mascota, dicha mascota no es otra que el popular Mario. Proveniente del mítico Donkey Kong, Nintendo convirtió a su personaje protagonista, conocido como “Jump Man” en el archiconocido Mario. Podría haber escogido al igualmente famoso Donkey Kong, personaje que compartía popularidad de igual forma por esos años, de hecho su nombre era el nombre del propio videojuego, pero el hecho de que protagonizase un papel de “malo”, no le dio muchas oportunidades para convertirse en la futura mascota de Nintendo.
A partir de ese momento Nintendo comenzó a crear todo un mundo de fantasía, totalmente interconectado entre si, en el que los usuarios finales no eran otros que los más pequeños de la casa, el público predominante en esos años, el cual coincidía con las visiones de futuro para la compañía. Hacer crecer a toda una generación con sus iconos ha sido una de las máximas de Nintendo en cuestión de estrategia, método que actualmente sigue empleando con buenos resultados.
A Mario se le dio la oportunidad de comenzar un mundo paralelo, con un atractivo tan fuerte para el público que año tras año fue creciendo tanto en apariciones como en nuevas mascotas relacionadas con el fontanero. Por otra parte, comprobado el éxito de Mario como mascota, capaz de vender juegos con tan solo poner su imagen en la portada, hizo que multitud de juegos contasen con el propio Mario, con una mera presencia totalmente secundaria, con el objetivo de atraer a todos sus seguidores. Ver a Mario supuestamente dentro de una nave espacial en el Alleyway, de doctor o sentado como arbitro en un partido de tenis, se convirtió en algo normal… Nintendo cuido y potenció su mascota con todos sus medios disponibles, las maquinitas LCD pasaron a tenerlo como protagonista y gran parte de la publicidad de la compañía se basaba en su propia mascota.
La competencia respondió con un aluvión de mascotas, ya fuesen compañías de software o de hardware, todos se apuntaron al carro de las mascotas potenciando sus personajes elegidos para tal función, pero una vez más, Nintendo les llevaba ventaja…
La Gran N aprendió a raíz de Mario la importancia de popularizar sus carismáticos personajes, fue cuidando desde un principio sus creaciones dotándolas de gran carisma y plagando su catálogo de juegos con secuelas de sus grandes éxitos, el reciclaje de mascotas estaba servido y los futuros iconos de Nintendo empezaban a brillar con luz propia en los tiempo de la NES.
La gran capacidad de asimilación de símbolos/mascotas demostrada por parte de los usuarios de Nintendo, es tan solo comparable al gran trabajo desarrollado por Nintendo desde su incursión en el mundo de los videojuegos para este fin. Si Nintendo reutilizó a su primer personaje de las maquinitas Mr. Game & Watch con resultados satisfactorios, a Mario le deparaba un futuro mucho más esperanzador.
Así, a medida que pasaba el tiempo, a Mario le surgieron compañeros de viaje como su hermano Luigi, la princesa Peach, Daisy, Toad, los Koopas, Bowser, Wario, Yoshi y un largo etc. Lo que resulta más impresionante por parte de Nintendo, es la capacidad de ir incluyendo nuevos personajes en sus videojuegos para luego reutilizarlos en posteriores juegos, ya fuesen amigos o enemigos. El mundo de Mario ha evolucionado de una forma exponencial desde sus principios, manteniendo siempre su carisma y esencia salvo en contadísimas excepciones. Conservando sus referencias han conseguido una sensación de familiaridad, que al jugar a juegos desarrollados décadas después seguimos teniendo la sensación de jugar en un mundo ya conocido, un entorno seguro, familiar, el cual nos transmite nostalgia, principalmente para los que vivimos sus primeras aventuras, siendo a su vez totalmente accesible en historia y mecánica para los nuevos jugadores.
Pero ese mundo creado por Nintendo en relación a su icono por excelencia, va mucho más allá del Reino Champiñón. Nintendo ha sabido aprovechar los personajes que pueblan ese mundo en situaciones tan dispares como rpg’s, carreras de karts o peleas 2 vs 2 por ejemplo, lo que de otra forma hubiesen sido nuevos juegos de diferentes géneros, los cuales desconocemos la trascendencia que hubiesen tenido, se convertían desde antes de su lanzamiento como futuros títulos de compra obligada gracias a sus personajes. Otra formula que Nintendo también supo aprovechar, es la de situar a personajes que siempre habían desempeñado papeles de enemigos en papeles de protagonistas, suavizando su imagen y consiguiendo para ellos muchos más seguidores, creando así un abanico de personajes mucho más amplio en el que cualquier persona puede identificarse con alguno de ellos, incluso los que odian a Mario…
Los personajes del mundo de Mario han gozado de tal popularidad, que desde principios de los 90’ fue común verlos protagonizando sus propios juegos, tomados en muchos casos como conejillos de indias para probar nuevas mecánicas de juego, cumplían perfectamente su función: la de ofrecer una imagen cercana y familiar en unos títulos que de otra forma hubiese sido algo nuevo y desconocido. Nintendo también había conseguido que sus conocidas mascotas nos transmitiesen, entre las ya citadas antes, la sensación de calidad/confianza. Basta que unamos confianza+familiaridad, y situaciones como ver la cabeza de Yoshi mientras cabalgamos sobre él con nuestro Super Scope Bazooka de la Snes en 3D, ni se nos hacen ni se nos hacían extrañas… Objetivo conseguido!
Sin embargo, no solo de Mario vive Nintendo, como ya comentábamos antes Nintendo ha sido capaz de crear una iconografía mucho mayor. A sagas que surgieron en los 80’ y han sido potenciadas en posteriores generaciones como Zelda y Donkey Kong, se le han ido uniendo entre muchas otras las de Star Wing, Kirby, los incombustibles Pokemon o los más recientes Pikmin. Muchas de estas sagas han sido entrelazadas mediante diversos juegos, viendo como en un único juego se encontraban muchas de las estrellas de la Gran N. Aparte del atractivo de estos juegos para los nintenderos de toda la vida, es una forma de dar a conocer sus propias sagas y personajes a los jugadores que no tuvieran conocimiento de las mismas.
En los últimos años Nintendo ha potenciado todavía más su capacidad de autopromoción, “dignándose” a incluir en sus juegos a personajes provenientes de otras compañías, una forma de atraer a un nuevo público -en muchos casos antiguos rivales de la compañía- y darles a conocer su extenso mundo. Así hemos podido ver desfilar en juegos de la Gran N a personajes como Solid Snake, Pacman o el mismísimo Sonic, algo impensable no hace muchos años.
Seamos seguidores o no de la compañía de Mario, tenemos que reconocer que ha jugado un papel importantísimo en la historia de los videojuegos por muchos aspectos. Desde Infoconsolas no podemos hacer más que reconocer el mérito logrado al conseguir crear un mundo de personajes conocidos por todos, una promoción constante de sus mascotas, muchas de ellas convertidas ya en iconos de los videojuegos, mascotas que han conseguido que los jugadores que ya tenemos unos añitos recordemos viejos tiempos jugando a los últimos lanzamientos de la compañía… El factor nostalgia cuidado al milímetro, del cual seguramente, también disfrutarán en un futuro los que ahora son los más pequeños de la casa.
Sin lugar a dudas la iconografía de Nintendo constituye uno de los pilares más fuertes de la compañía nipona, podemos estar seguros que con su experiencia, Nintendo sabrá mantener el listón de calidad de sus principales estrellas, a pesar de que para muchos el reciclaje de mascotas haga un tiempo que resulte excesivo. Son cuestiones que tan solo el tiempo puede decidir, viendo los números de la compañía, por el momento parece que la formula les sigue dando resultado…
Pues una ves Mario tomo el papel de malo en el Donkey Kong Junior al raptar a Donkey Kong.
Para mí fue un impacto cuando salió el mario kart de SNES porque es como si por primera vez viese personajes mas allá del videojuego concreto. Mario para mí no era mucho mas que una pelotilla roja dando saltos, pero de repente verle en otros contextos hizo que el personaje me pareciese polifacético y el mundo de todos estos personajes se volviese mas rico y real.
Por eso me parece tan acertado que pongas el yoshi’s safari. Porque era como «MARIO Y YOSHI viven un universo, que se puede explotar de muchas maneras diferentes y no solo con juegos de plataformas».
Les tengo un cariño a todos…